En La chica de la capa roja, la ficción se mezcla con la iconografía del cuento infantil, la leyenda del hombre lobo y una escenografía de terror; con alusiones de manera obvia y básica a los temas incluidos en el mito original, olvidados en pos de hacerlo un cuento de hadas: la virginidad amenazada, el miedo al incesto, la doncella casta y guerrera.

La directora, famosa por su trabajo en la primera entrega de la saga Crepúsculo, resaltó, en entrevista concedida a Warner Bros., que las raíces siniestras hacen que esta historia fácilmente se pueda convertir en un thriller fantástico

“La mayoría creció con la versión digerida de Caperucita roja, pero el cuento de hadas original tiene elementos mucho más oscuros que lo hacen fascinante. La idea de una niña yendo al bosque por sí sola, acechada por un lobo que después le habla, denota mucho misterio y captura tu imaginación en muchos niveles.

El mensaje implícito de la fabula de Caperucita roja es: no hables con extraños, pero, ¿qué pasa si el lobo resulta ser alguien que conoces, en quien confías, a quien amas?, a partir de esa premisa, el guionista David Leslie Johnson creó un misterio de asesinatos, en el cual todos son sospechosos y el terror y la paranoia permean a la aldea Daggerhorn.

“Hice trabajo de investigación para ver cómo había cambiado la fábula de acuerdo al lugar y el tiempo. Mucho antes de ser bellamente adornada, contenía algunos detalles bastante gráficos y perturbadores y el final no era nada digerible. Me gusta la idea de expandir los orígenes de la historia para generar más peligro, suspenso y aventura”, comentó Johnson.

La combinación de amor joven, suspenso y leyenda llamaron la atención de Amanda Seyfried: “No conozco a nadie que al crecer no haya leído Caperucita roja, así que fue maravilloso tomar una historia que todos conocemos y divertirnos con ella. El aspecto de thriller me emocionó y el escenario medieval le dio un toque gótico que ayudó al romance.

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