El cine de Hollywood, durante estos últimos (fatales) años, se ha caracterizado por la reiterada vuelta a los clichés, no importando el género. Comedias románticas, cine de misterio, terror, suspense, “thrillers”, no importa lo que intenten, el resultado final es el mismo: la vuelta a lo hecho, rehecho y resobado.

Y “Unknown” (Desconocido) no se iba a librar de esta sistemática metodología que, entendemos, por lo menos en lo económico da buenos resultados porque los millones de jovenzuelos que se incorporan cada año al mercado cinematográfico, todo parece indicar, encuentran esos refritos “novedosos”.

En este filme del catalán Jaume Collet-Serra nos ponen, como espectadores, de vuelta y media porque durante por lo menos casi una hora y media no podemos explicarnos lo que está pasando con el bueno del Dr, Martin Harris hasta que, tal vez apiadados, en los últimos 15 minutos nos revelan la verdad de lo que inusitado, disparatado y necio que hemos estado observando pacientes pero escamados.

Por supuesto, no podemos revelarles en qué consiste esa “verdad”: debemos dejar que pasen el mismo mal rato que pasamos nosotros. En otras palabras, que para nosotros este asunto es una especie de “venganza china”.

El tal Harris llega a Berlín junto a su esposa y de inmediato (sobre todo, tratándose de semejante personaje, cosa que sabemos al final) comienzan los tonterías: sin tener prisa alguna, se le queda un maletín en el carrito del equipaje nada menos que en el medio de la calle.

Luego, se dispone a volver al aeropuerto a buscarlo, pero no se lo dice a la esposa. Y siguen las “causalidades”: un artefacto cae de un camión de carga y el taxi que le lleva cae al río donde la conductora, arriesgando su vida, le saca y se salva casi de milagro (dice un doctor más adelante que estuvo “varios minutos” muerto, algo que es en absoluto imposible pero, vamos, que seguimos adelante, porque el Harris despierta luego de cuatro días en coma.

Y, de buenas a primeras (se supone no comió nada durante esos días, su cuerpo debe estar entumecido, tiene un suero puesto) se levanta y, contra la opinión del doctor, se marcha como si nada y empieza a gastar un dinero que nadie sabe de dónde salió porque no creemos que del agua pudo haberse salvado.

Pero, sobre todo, corre para acá y para allá como si fuera un atleta en plena forma tratando de averiguar el porqué de lo que le está sucediendo: cuando llega al hotel, su esposa no le reconoce, no tiene documentos y, diantres, hay otro Dr. Harris sobando a Elizabeth, su amada esposa.

Esa es apenas la introducción, porque luego vienen otros despropósitos mayores, lo que incluye, como es natural, la increíble, alebrescante, inusitada, paralizante persecución de autos durante quién sabe cuántos minutos sin que aparezca un infeliz agente de tránsito, con la consabida chocadora y sin que a estos hombres de acero (perseguidos y perseguidor) les quede ni siquiera una marquita en un brazo o una ligera cojera producto de tantos barquinazos, choques y vuelcos tremebundos.

Y entonces, por supuesto, arribamos al glorioso final cuando la chica ahora nueva amada del héroe impoluto también se convierte en heroína y hace de las suyas para salvar a su recién amado de los peligros reales.

Liam Neeson, fatal, Diane Kruger, boba, Frank Langella, anodino como su personaje y Bruno Ganz, tan magnífico actor germano, en un rol inane (es un picoteo en dólares, se entiende). Se nos olvidaba Aidan Quinn, fatal.

FICHA DE EVALUACIÓN
Desconocido (Unknown)
Dirección: Jaume Collet-Serra
Guión: Oliver Butcher y Stephen Cornwell, sobre novela de Didier Von
Cauwelaert
Fotografía: Flavio Martínez Labiano
Musicalización: John Ottman y Alesnader Rudd
Intérpretes: Liam Neeson, Diane Kruger, January Jones, Aidan Quinn, Bruno Ganz, Frank Langella.